Etimología. Del latín “stella”: estrella; esta palabra surgió en el siglo XII. Significa astro con luz propia.
Las estrellas son cuerpos celestes, aproximadamente esféricos compuestos de gases, principalmente por hidrógeno y helio, y que brillan con luz propia; otras en grandes conglomeraciones o enjambres. La brillantez de las estrellas se mide por su magnitud; unas 6000 son visibles a simple vista; con un telescopio de 25 mm se pueden observar hasta 100,000; y con un gran telescopio de 250 cm., hasta mil millones.
En nuestra propia galaxia hay unos 200,000 millones, y fuera de ella muchos millones más. La luminosidad de una estrella es la medida de su radiación total de energía, y esta proviene de reacciones termonucleares que ocurren en su interior.
La temperatura de la superficie en las estrellas rojas puede ser de unos 5000 °C; en las amarillas 1,000 °C; en las azules y blancas, como Sirio y Rigel, de 20,000 a 30,000 °C.

El tamaño también varía mucho: la más pequeña es apenas un poco más grande que la tierra, mientras que las mayores son miles y hasta millones de veces más grandes que el Sol; estas dimensiones solo se miden en un pequeño número de estrellas (las más brillantes); para la mayoría, el diámetro angular se deduce de su temperatura fotosférica y del valor de la magnitud radiométrica.
Las distancias interestelares son demasiado grandes y no tendría sentido medirlas en kilómetros, por eso se usan otras medidas, como el año luz y el parsec.
El parsec es la distancia a la cual una estrella mostraría un paralaje de un segundo de arco. Equivale a 3,26 años luz, o sea más de 30 billones de km., y el paralaje es el ángulo de dicho desplazamiento; conociendo la distancia entre los dos puntos de observación y el ángulo de paralaje, se puede calcular por trigonometría la distancia del objeto observado. Este método se ha empleado para medir distancias planetarias y estelares hasta unos 100 años luz.
La más cercana (fuera del Sol) es Alfa del Centauro, que dista de nosotros 4,3 años luz. La composición de las estrellas se ha podido estudiar gracias al espectroscopio.
¿Cómo se forman las estrellas?
Una estrella nace cuando una onda de presión atraviesa una enorme nube de gas interestelar. Estas ondas se generan por la rotación de la galaxia o como resultado de distintas explosiones supernova de estrellas enormes. La onda comprime el gas de la nube, y las moléculas empiezan a agruparse debido a la gravedad, atrayendo más materia que está a su alrededor para formar bolas de gas que giran.
En el núcleo de estas bolas, los átomos están tan juntos que sus núcleos chocan, originando reacciones nucleares. La energía liberada se convierte en la primera luz emitida por la nueva estrella.

El Sol es una estrella, y como todas las estrellas, es una gigantesca esfera de gas, su superficie está llena de llamas gigantescas, ondulantes y que se contorsionan, del cual surgen descomunales exhalaciones gaseosas al rojo blanco que ascienden en curva a una altura de miles de km.
Su centro equivale, literalmente, a una inmensa bomba de hidrógeno que constantemente explota, que segundo a segundo produce increíbles cantidades de energía que lanza al espacio, cuya oscuridad recorren como ondas de luz y calor.
Nota: Alfa del griego, letra con que se designa la primera estrella de una constelación.
A continuación se mencionan las 10 estrellas más brillantes:
1. Achernar
Estrella principal de la constelación astral Eridano, situada al Este de la liebre y al oeste de la ballena, color violeta, magnitud aparente +0,45; distancia en años luz 65. Es la octava estrella más brillante del cielo nocturno.
2. Alfa
Estrella de la constelación Centauro, situada al oeste del lobo y debajo de virgo; color amarillo, magnitud aparente 0,27; luminosidad 0,0017 L. Alfa Centauri es el sistema estelar más cercano al Sol que está a unos 4,37 años luz (41,3 billones de kilómetros) de distancia.
3. Arturo
Estrella Alfa en la constelación Boyero, y una de las más brillantes del hemisferio norte; color anaranjado, magnitud aparente -0,04. Es una estrella gigante (diámetro 30 millones de km) que dista de nuestro sistema solar 32,6 años luz. Es la tercera estrella más brillante del cielo nocturno.
4. Betelgeuse
Estrella de brillo rojizo, Alfa en la constelación de Orión, su magnitud aparente fluctúa entre 0,4 y 1,3. Debido a la pulsación de la estrella, cuyo diámetro varía desde 300 hasta 420 veces el del Sol, su mayor extensión es más grande que la órbita de Marte alrededor del Sol. Está a 500 años luz de distancia, es un super gigante rojo, de luminosidad igual a 17,000 veces la del Sol, aunque de temperatura relativamente baja (3,000 °C). Es la novena estrella más brillante del cielo nocturno.
5. Canapo
Estrella Alfa en la constelación del Navío, hemisferio sur, color amarillo, magnitud aparente 0,72; luminosidad 13,300; distancia en años luz 100. Es la segunda más brillante del cielo nocturno después de Sirio.

6. Capela
Estrella Alfa en la constelación Auriga o del Cochero, color amarillo, magnitud aparente 0,08; distancia en años luz 47. Es la sexta estrella más brillante del cielo nocturno.
7. Proción
Estrella Alfa de la constelación del Can Menor, color amarillo, magnitud aparente 0,4 y la octava estrella más brillante del cielo nocturno, distancia en años luz 11,3. Forma uno de los vértices del “triángulo invernal”.
8. Rigel
Estrella de brillo azulado o violeta; Beta en la constelación de Orión, magnitud aparente 0,14; distancia en años luz 800. Es generalmente la séptima estrella más brillante de Orión.
9. Sirio
Alfa en la constelación del Can Mayor, color azul, magnitud aparente -1,46; distancia en años luz 8,8. La más brillante de todo el cielo nocturno vista desde la tierra, situada en la constelación celeste sur Canis Maior. Esta es una estrella binaria, es muy conocida desde la antigüedad; por ejemplo, en el antiguo Egipto, la salida heliaca de Sirio marcaba la época de las inundaciones del Nilo, y ha estado presente en civilizaciones tan dispares como la griega, la maya y la polinesia.
10. Vega
Estrella Alfa en la constelación de la Lira, de brillo muy blanco; o azul, magnitud aparente 0,04; luminosidad 37+-3 L, distancia en años luz 26. Vega ha sido estudiada por los astrónomos, llegando a ser catalogada como la más importante en el cielo después del Sol.